domingo, 13 de septiembre de 2009

Pereza--Todo



El despertador marca las 4:32 de la madrugada e ilumina con un rojo tenue la habitación. Hace calor. Lágrimas de sudor dibujan de forma caprichosa la silueta de mi cuerpo. A mi lado estas tú. Sincronizo mi respiración con la tuya. Respiramos a la vez, acompasados, como si fuésemos el preludio de una obra de Prokofiev. Hace apenas dos horas cubrías mi cara con tu pelo y me jadeabas amor eterno entre espasmos. Me gusta decirte que nadie me lo hace como tú. Ya no queda ni rastro del hielo con el que jugabas a hacer círculos en mi espalda. En tu lado de la mesilla, restos de un vaso con chocolate líquido y mermelada de fresa. Pido a la imaginación que te devuelva a mi espalda, sentada a horcajadas, te veo soplándome la nuca y evoco la sensación de la fricción sobre mis nalgas.
Ya no respiramos al compás. Duermes desnuda, sudando, rendida. Acaricio tu dorso y juego a perder mis dedos entre tu pelo. Recuerdo la humedad de tus besos en mi cuello y un millón de gritos que terminaban en un espasmo. Recuerdo mis muñecas en las espalderas de la cama. Recuerdo tu hambre de príapo. Mis dedos recorren tu espalda y terminan separando tus nalgas como plastilina que se amolda a tu anatomía. Me recreo en la pelvis que hace un instante fue nuestra montura. Tu respiración se agita. Una gota de mi sudor resbala por tu pierna y humedece un espacio infinito y moldeado que termina en tus tobillos. Te empiezas a mover como un susurro. Acaricias tus pezones, bajas tu mano hasta el pubis, sientes una puñalada en tu entrepierna y entre dormida me dices: “fóllame otra vez”.


5 comentarios:

  1. Acariciando las teclas del piano... al son de las notas marcadas por un ángel de fuego o de un súcubo de hielo... O de ambos a la vez...

    Domingo calentito, ¿eh?

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  2. Jajaja...si es que hace un calor de mil demonios.

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  3. Jajajaja, de mil demonios, ya te lo decía yo!!!

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  4. Lo que me sienta bien es no aparecer por el agujero..aunque me queda poco

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