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¿Es la religión enemiga de la civilización?
Muchos de nosotros recordaremos seguramente la famosa frase de Nietzsche sobre la muerte de Dios. Y también su cláusula: Dios seguirá proyectando su sombra en nuestro mundo durante mucho tiempo.
En muchos sentidos, es verdad que, en gran parte del mundo contemporáneo, la religión como tal está muerta, pero todavía proyecta sus sombras en numerosos aspectos de nuestra vida privada y colectiva.
“ El Dios moral", es el primer principio de la metafísica clásica, la entidad suprema que se supone que es la causa del universo material y que requiere esa disciplina especial llamada teodicea, una serie de argumentos que tratan de justificar la existencia de ese Dios o esa Diosa frente a los males que vemos constantemente en el mundo. La tesis que quiero presentar aquí es que las religiones están muertas, y merecen estar muertas. Lo que está muerto, en un sentido más profundo, son las religiones "morales" como garantía del orden racional del mundo. La institucionalización de las creencias, que dio origen a las Iglesias, incluyó (no sé si sólo en la práctica o como factor necesario) una reivindicación del poder histórico, en el sentido de que era casi natural y necesario que una religión moral se convirtiera en una institución temporal poderosa. Es lo que parece haber ocurrido con el catolicismo, pero se pueden ver muchos otros fenómenos similares en la historia de otras religiones. Incluso el budismo engendró un Estado, el Tíbet de los lamas, que ahora lucha por sobrevivir frente a China. En todas partes -por ejemplo, en el hinduismo-, el mismo hecho de que exista una diferencia entre clérigos y legos hace que la religión se convierta en una institución, cuyo objetivo principal es siempre su propia supervivencia.
Sencillamente, llega un momento en el que ya no son necesarias. Y ese momento es nuestra época, porque, como puede verse en muchos aspectos de la vida actual, las religiones ya no contribuyen a una existencia humana pacífica ni representan ya un medio de salvación. La religión resulta un poderoso factor de conflicto en momentos de intercambio intenso entre mundos culturales diferentes. Por lo menos, eso es lo que ocurre hoy.
La hegemonía tradicional de la Iglesia católica está en peligro, pero los católicos no se sienten amenazados en absoluto por esa situación; sólo los obispos y el Papa. La Iglesia afirma que defiende su poder (y los aspectos económicos de él) para preservar su capacidad de predicar el Evangelio. Sí; pero, como en tantas instituciones, la razón suprema de su existencia se queda muchas veces olvidada a cambio de la mera continuidad del statu quo. Lo que quiero decir es que, en el mundo actual, sobre todo en el Occidente industrial, la religión como institución se ha convertido en un factor de conflicto y un obstáculo para la "salvación", sea eso lo que sea.
La lucha contra la supervivencia de las religiones de la que hablo tiene poco que ver con la negación racionalista de todo significado a los sentimientos religiosos. Incluso se toma muy en serio ese resurgimiento de la necesidad de una relación con la trascendencia que caracteriza numerosos aspectos de la cultura actual. Citaré de nuevo a Nietzsche, que dice que Dios está muerto y ahora queremos que existan muchos Dioses.
Mientras las religiones sigan queriendo ser instituciones temporales. poderosas, son un obstáculo para la paz y para el desarrollo de una actitud genuinamente religiosa: pensemos en cuánta gente está abandonando. la Iglesia católica por el escándalo que representan las pretensiones del Papa y los obispos de inmiscuirse en las leyes civiles. La oposición contra cualquier forma de libertad de elección en todo lo relacionado con la familia, la sexualidad y la bioética es continua e intensa, sobre todo, en países como Italia y España. Tengamos en cuenta que la Iglesia se opone a leyes que no obligan, sino que sólo permiten la decisión personal en estos asuntos. Deberíamos preguntarnos de qué lado está la civilización
Hace poco, el Papa repitió su idea constante de que la verdad no es negociable. ¿Ese "fundamentalismo" es sólo característico del catolicismo, o de todo el cristianismo?
No dialogan para cambiar nada; no es más que una forma de volver a confirmar su autoridad en sus respectivos grupos. ¿Acaso sale de estos frecuentes encuentros algo útil para la paz y la mutua comprensión de los pueblos? Mientras no se elimine el aspecto autoritario y de poder de las religiones, será imposible avanzar hacia el mutuo entendimiento entre las diversas culturas del mundo. Esta conclusión puede parecer una gran paradoja, dado que, en general, se ha considerado que la religión era un medio de educar a la humanidad hacia la caridad, la piedad y la comprensión. En muchos sentidos, la compasión parece ser la base fundamental de toda experiencia religiosa. Y es cierto, ya sea desde el punto de vista del cristianismo, el budismo, el hinduismo, el islam o el judaísmo. Hasta aquí, nada que objetar. Pero precisamente por eso es por lo que debemos reconocer que ha llegado la hora de que las personas religiosas se alcen contra las religiones. Y que afirmen tajantemente que la era de la religión-institución se ha terminado y su supervivencia sólo se debe a los esfuerzos de las jerarquías religiosas para conservar su poder y sus privilegios.
GIANNI VATTIMO
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Ostras! Interesante y elaborada entrada.
ResponderEliminarMe llama la atención la frase o la idea del Papa sobre que "la verdad no es negociable". Lo desconocía.
Frase interesante para reflexionar sobre la fe (sí, ya sé que la entrada no trata de ésto) y sobre el "intervencionismo" del Vaticano en temas civiles.
Si partimos de la existencia de una sola verdad, única e incompatible con cualquier otra cosa o forma de pensar, mal vamos. Porque las religiones, aún teniendo orígenes comunes, han ido creando su propio código de valores y de creencias, en ocasiones irreconciliables unas con otras.
Y creo que tienes razón... cuanto más se ocupa la Iglesia de lo mundano y menos de lo divino, más se alejan muchos fieles. Al menos en la Iglesia católica está sucediendo así.
Lo cierto es que no me he parado a analizar con tanto detenimiento como tú lo haces este tema. Pero estoy de acuerdo con lo que expresas en la entrada.
La cuestion es que la religion se ha convertido en una gran institucion, un dictador, un negocio, un monstruo que lucha por seguir vivo a pesar de los valores que predica. Personalmente no creo que necesitemos las instituciones para entender la metafisica de la religion, el amor, la caridad, el projimo. Lo que pasa es que hemos sido tan gilipollas que hemos dejado que el monstruo nos tenga atemorizados..en su momento la inquisicion, la guerra Santa, el eje del bien y el mal. Asi que mas vale que salgamos del armario y gritemos que no necesitamos Ayatollahs prediquen desde un pulpito, o desde la mezquita de la M-30.
ResponderEliminarnecesitas volver al agujero, el opio de tu mente, que si andas libre por el mundo empiezas a divagar cada vez más.
ResponderEliminarmás que la Iglesia Católica, que debía limitarse a dar orientación moral sin inmiscuirse en política me preocupa el avance de la Media Luna y su integrismo, tanto algunos católicos de por aquí como de los seguidores de Mahoma.
Hola, Alfonso. He ecrito esta mañana un comentario largo, largo. Luego lo he borrado. Peñazo de comenentario, he pensado.
ResponderEliminarYo creo que en el paquete has metido muchas cosas. Pero lo fundamental es que enfrentas la institución con la persona. Contestarte, que me encantaría hacerlo con todo el respeto del mundo y el que mereces, me llevaría horas.
Es curioso. Un musulmán me decía...Aquí lo que pasa es que el Corán se interpreta de muchas maneras. Depende de la zona, del imán de turno... Igual se creen que todos estamos de acuerdo con la jihad. Nuestro problema es que no tenemos una figura similar a la de vuestro Papa. Nos falta un guía que responda a lo que en realidad quiere decir Islam.(quiere decir paz...)
Dicho sea de paso, el Papa no debe inmiscuirse en temas temporales. El asunto estriba en qué entendemos por temas temporales ...
Me alegro de que haya gente como tú, que piensa. Aunque yo estoy en otra posición. Soy católica. Pero eso no es obstáculo para que haya debate y se puedan confrontar las distintas formas de enfocar la vida.
Me ha vuelto a salir otro peñazo...
Un saludo afectuoso
Amiga Sunsi...yo no dudo de la finalidad metafisica de las religiones. Detras de todas ellas hay una esencia espiritual, eso es innegable y totalmente respetable. Lo que quiero poner sobre la palestra es que al final la institucion, que el hombre ha creado para tal fin, se ha viciado, se ha manchado de sangre, ha puesto cruces y semilunas en guerras, religion y politica se han mezclado, en ocasiones unido a fines que nada tienen que ver con la metafisica ni con la esencia de lo que predican. De ese coctail no ha salido nada bueno. ¿ Realmente hace falta una religion para entender el amor, el perdon, la caridad ? Cosas tan intrinsecas al ser humano ? Personalmente no lo creo. Yo no soy una persona religiosa, pero si me considero espiritual. Al amor no hay que ponerle apellidos..es amor y punto. A la espiritualidad tampoco.
ResponderEliminarDe verdad, con muchisimo respeto a todos los lectores que quieran definirse catolicos, musulmanes o mormones. Yo no necesito un Fúhrer espiritual. Me basta con mirar a mi alrededor, vivir, sentir y sacar mis propias conclusiones.
Un abrazo fuerte